Internacionales
La cocina italiana obtiene el reconocimiento de patrimonio intangible por la Unesco
La Unesco declaró a la gastronomía italiana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, al reconocer sus prácticas culinarias tradicionales, su valor social e histórico y su transmisión generacional. La decisión, oficializada en Nueva Delhi, fue celebrada por el gobierno italiano en un contexto de exportaciones agroalimentarias récord.
La gastronomía italiana fue proclamada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, decisión adoptada durante una sesión del Comité Intergubernamental celebrada en Nueva Delhi, India. El Ministerio de Agricultura, Soberanía Alimentaria y Bosques de Italia confirmó que la inclusión en la Lista Representativa se otorgó por sus prácticas culinarias tradicionales, su valor gastronómico y su función social e histórica como una herencia transmitida de generación en generación.
De acuerdo con la Unesco, la cocina italiana constituye una expresión cultural que combina ingredientes propios, técnicas artesanales y un estilo de vida basado en compartir identidad, historia y vínculos comunitarios. El organismo subrayó además que estas prácticas contribuyen a resguardar lengua, gestos, rituales y otras manifestaciones culturales.
En un mensaje dirigido al comité, la primera ministra Giorgia Meloni celebró el reconocimiento como “un logro histórico”, destacando que para Italia la cocina representa cultura, tradición, trabajo y bienestar. En la misma línea, el ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida, calificó la distinción como “un premio colectivo”, señalando el esfuerzo conjunto de familias, agricultores, productores y trabajadores gastronómicos que mantienen viva la identidad culinaria del país.
El Ministerio de Relaciones Exteriores recordó que la candidatura fue presentada en 2023. Este reconocimiento llega en un momento de fuerte crecimiento del sector agroalimentario italiano, que en 2024 alcanzó exportaciones récord por 68.000 millones de euros, un aumento superior al 8%, y que en los primeros ocho meses de 2025 volvió a crecer un 6%, señal de la creciente demanda global por los productos italianos.