Rosario y la región

Casa robada, abandonada y vandalizada

En la intersección de Rubén Darío y Bahía Blanca, en barrio Industrial, una vivienda deshabitada desde hace más de diez años se convirtió en foco de inseguridad. Pese a que la municipalidad la valló, desconocidos volvieron a ingresar, robaron un portón nuevo y forzaron los accesos. Temen usurpaciones y que el lugar se transforme en un búnker.
 

Por canal5 canal5

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Rosario y la región: Casa robada, abandonada y vandalizada
La vivienda lleva entre 10 y 15 años abandonada, sin que sus dueños vuelvan al lugar ni se hagan cargo del mantenimiento.
En ese tiempo, el deterioro fue constante: primero empezaron los hurtos y saqueos internos; luego desaparecieron puertas, ventanas y hasta el portón del frente. Cada vez que el inmueble queda más vacío por dentro, crece la preocupación por lo que pueda pasar por fuera.
“Esta es la tercera vez que tenemos que reclamar”, contó Julio, vecino de la cuadra. “Cuando llamé por primera vez se habían robado el portón. Ahora un muchacho, autorizado por el dueño para arreglarla y usarla, puso uno nuevo… y ayer se lo volvieron a llevar. Adentro ya no queda nada para robar, se llevaron todo”.
Vallado violado y miedo a usurpaciones
Ante los reiterados hechos, la municipalidad intervino hace unos meses y colocó un vallado con paneles de publicidad alrededor del frente para dificultar el ingreso. Sin embargo, la solución fue parcial y duró poco: las chapas fueron forzadas y nuevamente hay un acceso abierto.
“Nos pusieron esta empalizada, pero después no se hizo más nada y quedó todo parado hasta que empezaron a forzar otra vez”, describió Julio, mientras señalaba el vallado doblado. Los vecinos mencionan a la empresa Tribeca —encargada de los carteles— y piden que regrese a reparar la estructura.
El principal temor de quienes viven en la zona es que la casa, ya vacía y sin protección real, sea usurpada y se convierta en un punto de venta de drogas. “Tenemos miedo de que la tomen, que pongan un búnker y se termine la tranquilidad del barrio”, advirtió Osvaldo.
Techos conectados y un basural en la puerta
La preocupación no se limita a la propiedad en sí. Las viviendas de la manzana tienen techos bajos y continuos, lo que facilita el desplazamiento de intrusos de una casa a otra. “Si se meten ahí, después se pasan por los techos. Ya han andado por toda la cuadra, del 1700 los visitaron a todos”, contaron.
Frente a la casa, además, el panorama se completa con un basural improvisado: la cuadra está sin contenedor —dicen que se lo robaron— y la basura se acumula sobre la vereda, dando mayor sensación de abandono.
Reclamo de seguridad y de presencia del propietario
Los vecinos aclaran que no buscan perjudicar al dueño, a quien identifican como Omar González, sino proteger el barrio:
 “No queremos perjudicar a nadie. Lo que queremos es seguridad para estas dos cuadras”, dijeron.
 
Destacan que, cuando llaman, el Comando se acerca y realiza recorridas, pero señalan que la policía no puede ingresar sin orden a una propiedad privada. Por eso insisten en que aparezca el propietario o algún heredero, y que se tomen medidas de fondo: refacción, venta, custodia o cualquier decisión que evite que la vivienda siga siendo un blanco fácil para robos y un riesgo latente para todo el barrio.