Rosario y la región
Mujeres estafaron a un jubilado por 6 millones de pesos
Carlos, un hombre mayor que no sabe leer ni escribir, fue captado y engañado por tres mujeres que lo obligaron a tomar créditos bancarios.
Un jubilado fue víctima de una estafa organizada que se extendió durante dos días y terminó con la sustracción de más de 6 millones de pesos, además de una gran cantidad de electrodomésticos adquiridos a su nombre mediante créditos personales.
Tres mujeres lo engañaron, lo trasladaron en taxis, y lo llevaron a cajeros, bancos y locales comerciales, según relató él mismo. Hoy, además del perjuicio económico, teme por su seguridad y por las consecuencias que tendrá cuando se descuenten los créditos que le hicieron firmar.
El episodio comenzó el miércoles, cuando las mujeres se acercaron al domicilio del hombre y lo convencieron de que podían conseguirle electrodomésticos a precios irrisorios y financiados con un supuesto beneficio que él no tendría que pagar. Según él, desde hacía varios días las veía merodear por el barrio.
Ese día lo hicieron subir a un taxi y lo llevaron a un local de electrodomésticos, donde lo presionaron para firmar documentación y concretar compras. El jubilado, que no sabe leer ni escribir, aseguró que actuó guiado por lo que ellas le decían y con total desconocimiento del trámite que estaba realizando.
En el camino, según su versión, le ofrecieron una cerveza y sospecha que el estado de confusión posterior pudo haber sido consecuencia de que le agregaron alguna sustancia. Ese momento marcó el punto en que dejó de comprender con claridad los movimientos.
Al día siguiente, una de las mujeres volvió sola a buscarlo temprano para llevarlo directamente a un banco. Allí, relató que un empleado le entregó dinero de un préstamo que él desconocía haber tramitado y que fue tomado por las estafadoras. Entre extracciones y operaciones bancarias, se llevaron más de 6.200.000 pesos en efectivo.
Además, lo hicieron pasar por una financiera y por ANSES intentando que retire más fondos, y lo mantuvieron bajo amenazas veladas al advertirle que “podía pasarle algo” si se negaba.
Su familia descubrió la situación cuando el hombre regresó desorientado y sin documentación clara sobre las compras. Su nuera relató que las mujeres ya habían estado días antes en la cuadra, intentando convencerlos de un negocio que supuestamente implicaba lavado de dinero con ganancias fáciles.