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Estreptococo: prevención, síntomas y tratamiento de la bacteria que ya causó la muerte de cuatro chicos
El Estreptococo pyogenes es una bacteria que se asocia a las infecciones de la garganta en los niños. Sobre todo, de los 3 a 15 años. Es menos frecuente en los adultos. Puede producir infección en la garganta, escarlatina, impétigo y síndrome de shock tóxico o también la fascitis necrotizante (que produce una necrosis en el tejido). La mayoría de las infecciones por estreptococo producen enfermedades leves, aunque en algunos casos puede producir cuadros graves o invasivas, incluso la muerte.
¿Cómo se contagia?
Esta bacteria se transmite sobre todo por vía aérea. Cuando un niño enfermo tose, salen microgotas de saliva al exterior que pueden contener dosis infectantes de la bacteria. También se contagia a través de objetos que han estado en contacto con la boca del niño o zonas contaminadas (vasos, por ejemplo). Si bien no es una enfermedad muy contagiosa, sí que es bueno tomar medidas básicas de higiene cuando estamos ante un niño enfermo (lavar las manos, no compartir objetos,…)
Por otro lado, es importante saber que cuando un niño ha iniciado tratamiento antibiótico, pasadas 24 horas ya deja de contagiar y, si se encuentra bien, podría volver al centro escolar.
Síntomas
No siempre es fácil distinguir una faringitis estreptocócica de una faringitis de origen viral. Sin embargo, algunos hallazgos en el examen físico pueden ayudar. Por ejemplo, los siguientes signos corresponden a la faringitis causada por Streptococcus pyogenes:
- Amígdalas inflamadas y pus (presencia de placas o manchas blancas en las amígdalas o faringe)
- Faringe inflamada y con puntos de pus.
- Ganglios linfáticos aumentados y dolorosos en la región anterior del cuello, justo debajo de la mandíbula.
- Presencia de petequias en el paladar (varios puntos rojos en el paladar).
- Inflamación y edema de la úvula (también conocida como campana, campanilla, gallillo, galillo o uva).
I- nicio abrupto y rápido desarrollo rápido de los síntomas.
Los signos más específicos de faringitis/amigdalitis bacteriana son las petequias en el paladar y la presencia de pus en la faringe o las amígdalas. Sin embargo, ninguno de ellos nos permite afirmar con el 100% de certeza que estamos ante una faringitis bacteriana ya que un 5 a 10% de las inflamaciones de la garganta de origen no bacteriano pueden presentar estos signos.
Tratamiento:
Para esta bacteria no hay vacuna, por lo que no es inmunoprevenible. Pero sí es fácilmente tratable: al detectar la bacteria –cuya presencia se confirma a través de un hisopado de fauces- el tratamiento es con el antibiótico penicilina.